Una vez analizados los programas infantiles de la década de los años 60 y 70 y ser conscientes de la necesidad de que exitan programas que podamos agrupar dentro del concepto de televisión educativa, programas que transmitan valores a nuestros pequeños y no tan pequeños y la importancia de no pasar horas banales delante del televisor, donde la presencia de la figura del adulto juega un papel primordial; pues ya hemos reflejado mucho de lo que ven nuestros niños a día de hoy a través de la televisión, consideramos necesario hacer el último llamamiento al control de la televisión por parte del adulto y a que analice qué es lo que ve su hijo/a realmente, que le está enseñando esa maravillosa "caja mágica" cuyo poder de influencia, sino se controla, puede tener unas consecuencias negativas, sobre todo en el desarrollo de la personalidad del niño y su participación activa en la sociedad de la que forma parte. Por lo que educar en la televisión debe formar parte de nuestras funciones como educadores y nada mejor que comenzar sabiendo qué ve nuestro hijo/a en la televisión y compartir momentos con él.
Y ahora sí, querido niños y niñas ya es hora de irse a la cama.
miércoles, 18 de enero de 2012
martes, 17 de enero de 2012
Análisis de los payasos de la tele
En una parte de su programa diario se podían apreciar una serie de “sketch humorísticos” mediante los cuales hacían reir a todo su público. Estos sketch se desarrollaban a través de diferentes escenas y espacios de la vida cotidiana, como por ejemplo una farmacia, la casa de un vecino, la escuela... A través de estos pequeños espacios, además de hacer reir y entretener al público se transmitían subliminalmente diferentes valores, todos ellos acorde con el régimen franquista, como por ejemplo, la necesidad de saber leer, escribir, expresarse, saber hablar bien...
Estos valores eran transmitidos mediante los roles que desempeñaban los payasos a través de estas escenas, donde el presentador del programa, también partícipe de toda esta trama, actuaba de mediador, de persona coherente e inteligente, mientras que los payasos desempeñaban, uno el rol del más “listillo”, la “cabeza pensante” de todas las acciones y otro de ellos, por ejemplo, se hacia pasar por el más torpe, por el analfabeto, imitando a los que no sabían leer o escribir, hablar bien en público, expresarse de manera coherente...
De esta forma, a través de los diferentes roles que desempeñaban en los distintos “sketch humorísticos” reflejaban la importancia de una buena formación escolar, de saber leer y escribir, de saber hablar adecuadamente, aunque siempre al fin y al cabo, para darle sentido a sus papeles de payasos nada les salía bien, en todas sus escenas, para provocar risas entre los niños, liaban alguna de las suyas.
Comentar aquí, dento de este punto del análisis que este programa a diferencia de los otros que venimos analizando, quizás tenga un carácter más familiar. Es decir, no se destinaba exclusivamente al público infantil, sino que los padres y madres de los niños podían sentarse tranquilamente en el sofá de su casa para ver el programa con sus hijos y pasar un rato distendido de risas, compartiendo momentos alegres con sus hijos y teniendo constancia de que era lo que veían en la televisión, cosa que en nuestros días parece estar alejada de la realidad; pues muchos padres les dan el mando del televisor a sus hijos sin más, los cuales pasan horas y horas pegadas delante de la televisión mientras que éstos ni siquiera conocen lo que ven sus hijos a través del receptor.
Continuando con este análisis, y situándonos en la época de los comienzos del programa donde todavía estaban vigentes los valores del régimen represario, como ya hemos comentado, éste no sólo entretenía a su público provocándoles grandes carcajadas, sino que a la vez educaba en valores y en contenido académico tal y como hemos podido hacer referencia anteriormente.
Pero ahora bien, esta transmisión de valores educativos no sólo tenía lugar a través de las diferentes escenas que desarrollaban durante el programa, sino también, y desde nuestra perspectiva sobre todo, a través de las diferentes canciones de este trío de payasos que a día de hoy, muchos de nosotros aún recordamos y cantamos sin problema; pues aunque parte de nosotros no hayamos visto el programa si que sabemos tales canciones porque su auge fue tal, que incluso pasados los años se reproducían a través de la escuela dejando huella en nuestra memoria.
Así que, pasemos ahora a hablar de ellas y analizarlas. Por un lado, todos nosotros hemos cantado más de una vez la “gallina turuleta”, canción en la cual el niño a través de su letra pegadiza podía conocer los números, aprender de contar, por lo que era una canción que reforzaba los contenidos académicos de la escuela. Del mismo modo, no sólo aprendían los números, sino que también a través de la canción “los días de la semana” podían aprendérselos al “dedillo”.
Pero ahora bien, hagamos una parada en este punto, ¿simplemente les interesaba que aprendiesen los días de la semana o había otro valor que imperaba aún más de forma subliminal? Sólo con escuchar la letra podemos ser conscientes del contenido indudablemente machista que tiene; pues sí, enseñan los días de la semana, pero ¿cómo?. Pues haciendo referencia a una niña y a las diferentes tareas del hogar que tenía que realizar de lunes a domingo antes de poder ir a jugar, mientras que el niño se ve que no tenía nada que hacer y podía jugar tranquilamente; cosa natural que deben hacer los niños, jugar y no tener que hacer todas las tareas del hogar y mucho menos hacerlas sólo las niñas.
Y porqué no aprovechar y mencionar en este apartado también la canción de “porompompom Manuela”, canción pegadiza pero en la cual su valor es que si Manuela, una mujer, si cocina muy bien tiene un gran premio: que se casan con ella, que le compran el mejor piso, que es la mejor... Contenidos de nuevo machistas, pero que lamentablemente formaban parte de los valores de la sociedad y que si analizamos y trasladamos a nuestros días tristemente en muchas vidas cotidianas siguen formando parte de muchas mentalidades, por lo que aún queda mucho por hacer. No critiquemos tanto el régimen de antaño cuando a muchas de las nuevas generaciones por desgracia aún les están transmitiendo estos valores.
No obstante, dentro de estas canciones también encontramos otras, que a nuestro parecer tienen grandes contenidos, como por ejemplo “Si yo fuera reina”, “La familia unida” o “Todos los niños del mundo” las cuales transmitían valores intrínsecamente para que los niños fuesen conscientes desde pequeños de la importancia que tiene la familia, el ser respetuosos, tolerantes, responsables, empáticos, alegres, la necesidad de compartir con los demás, el evitar conflictos en la convivencia y lograr una mejora de la sociedad, valores importantes no sólo en esa época sino también en nuestra actualidad, quizás hasta más necesarios en los días que corren donde un niño con ocho años es capaz de insultar a su madre o una profesora.
De igual forma, también podemos comprobar cómo de forma amena enseñaban los diferentes oficios existentes en aquellos años y quiénes se solían dedicar a unos u otros, por lo que a groso modo en gran parte de sus canciones reinaban buenos valores.
Pero ahora bien, seamos realistas, ¿eran estos valores los más adecuados? Si nos remontamos a la época en la que se retransmitía el programa éstos si que eran necesarios además de ser aceptados por todos, incluso aquellas canciones y escenas con contenido, a día de hoy machistas, como puede ser el caso de la canción “Los días de la semana”, que ya hemos comentado, “porompompom Manuela” o la famosa canción de “El auto de papá”, que todavía seguimos tarareando sin plantearnos que sólo da cabida al varón de la casa a ser el responsable de la conducción, sin dar posibilidad a la mujer, como si ésta no fuese capaz de hacer lo mismo. Esto era aceptado y considerado de lo más normal porque en este periodo, la igualdad entre hombres y mujeres no existía, los payasos de la tele cantaban las canciones acordes a aquella época. No obstante, seguramente en la actualidad las letras de estas canciones tendrían matices muy distintos y más aún en un país democrático y tolerante como es ahora España, donde la coeducación e igualdad es uno de sus objetivos primordiales.
Pero claro, el análisis de este programa lo tenemos que hacer situándonos en la época en la que se basa, por lo que a modo de conclusión final se puede afirmar que los Payasos de la tele además de divertir y entretener a grandes y pequeños con sus actuaciones, resultaron ser muy educativos desde su comienzo a través de dichas canciones, juegos y escenas de la vida cotidiana a pesar de que hoy día puedan ser considerados algo sexistas, pero que los niños que lo vieron en su momento tienen gratos recuerdos, y seguramente muchos de esos niños hayan sido nuestros padres, los cuales en más de una ocasión a alguno de nosotros nos han cantado esas canciones y por ello las sabemos, al igual que las hemos cantado en la propia escuela, pero que actualmente, esas letras y música que tanto sedujeron, no son aplicables si estamos luchando por conseguir una equidad entre hombre y mujeres y romper de una vez por todas con los valores de antaños que aún siguen estando presentes en muchos rincones de nuestra vida cotidiana.
Descripción de los payasos de la tele
¿Cómo están ustedes? Así comenzaba el famoso programa de los Payasos de la Tele, nombre artístico con el que se conocía al famoso trío de payasos españoles formado inicialmente por Gabi, Fofo y Miliki, al que posteriormente se unirían Fofito, Milikito y Rody.
Conocidos casi exclusivamente como los Payasos de la tele, dentro y fuera de España, el programa comenzó a emitirse aquí en el año 1972, llamándose en realidad “el gran circo de TVE”, donde había una pista de circo como escenario rodeada de decenas de niños. Estos entrañables payasos comenzaron su carrera en el año 1939 pero a consecuencia de la Guerra Civil decidieron emigrar al continente americano unos 25 años aproximadamente hasta que volvieron de nuevo a nuestro país. Este divertido programa estuvo en antena hasta el año 1981, convirtiéndose en un fenómeno social donde esta familia de payasos hipnotizaba a los niños a diario con sus canciones pegadizas y locas actuaciones, dando color a los años 70 a pesar de emitirse durante muchos años su programación en blanco y negro.
La popularidad que alcanzaron estos personajes fue fulminante apareciendo en todas las revistas, editándose comics, álbumnes de cromos e incluso muñecos de los payasos de la tele. Su programación solía ser de lunes a viernes de media hora aproximada de duración.
Pero ahora bien, pasemos a desglosar este programa que tanto estrago causó entre sus seguidores de la época y no tan seguidores; pues seguramente muchos de nosotros que no nacimos en esa década, podemos cantar sin ningún tipo de problema aquellas canciones que desde la tele llegaban a los hogares de todos los niños. Además, a día de hoy, podemos recordar ciertas frases típicas de estos personajes,como por ejemplo ¿cómo estan ustedes? Por lo que queda claro que los payasos de la tele siguen guardados en el cajón de la memoría de muchos de nosotros.
Análisis de un globo, dos globos, tres globos
Así que, dentro de este análisis diremos en primer lugar, que el contenido de la primera parte del programa se destinaba al público de 3 a 6 años de edad aproximadamente, la segunda parte de éste para edades entre 6 y 9 años y la tercera parte iba destina a un público entre los 9 y 12 años de edad más o menos.
Dentro de esta primera parte del contenido del programa para los más pequeños, destacaban sobre todo los cuentos. Cuentos, que narrados por la propia presentadora, transmitían entre sus valores la importancia del vínculo familiar, el amor y respeto a los padres y a las personas mayores, los sabios consejos de aquel que tiene experiencia, la importancia de hacerle frente a los caminos difíciles a pesar de las adversidades y saber elegir bien el camino correcto, la necesidad de ser un buen niño/a y cumplir con tus obligaciones, de ayudar en el hogar, de colaborar entre los hermanos, de aprender, la importancia de estudiar y no ser un vago, la astucia, la solución adecuada de los problemas....
Valores que se ejemplifican a través de historietas que narran las consecuencias negativas que te pueden pasar si no cumples con ellos, si no los pones en práctica y tienes comportamientos inmorales. Cuentos en los que se aprecian los roles de las mujeres y los hombres de la época, donde la mujer o niña en los cuentos ayuda a su madre y el hombre o niño realiza aquellas tareas que según narran las historias, eran muy pesadas para realizar por la mujer. Roles que si entendemos dentro de la ideología de la época entran dentro de la normalidad y que desafortunadamente hoy día aún siguen presentes en las mentes de muchos. Pero que sí trasladamos a los cuentos de nuestra época, como la cenicienta, al menos no se exalta la figura de la mujer, su belleza y la espera incansable a lo largo de la vida de su príncipe azul para poder tener un final feliz. Aquí al menos,desde nuestra perspectiva, se resaltan valores más enfocados a la verdadera realidad y necesarios en todos nosotros; aunque muchos de ellos, si miramos a nuestros niños, parece que ya no existen, alguien se los llevó: muchos niños ya no respetan ni a sus padres, ni a los mayores y muchos menos a sus profesores. No ayudan en las tareas del hogar, se pasan el día jugando a los videojuegos y no tienen ningún tipo de motivación hacia el estudio. Además si analizamos su vocabulario, con ocho años muchos de ellos saben a la perfección todos los insultos habidos y por haber. Por lo que quizás, deberíamos volver a emplear este tipo de cuentos para inculcar de nuevo estos valores que parece ser que se han perdido en nuestras nuevas generaciones.
Estos cuentos eran narrados a través de dibujos confeccionados a mano o en una especie de guiñol con marionetas que amenizaban a su público. Cuentos que no “comienzan con había un vez” o “en un país lejano”, sino que toman como marco de desarrollo un país real, como China, Suecia... por lo que los niños pequeños podían comenzar a tener constancia de los diversos países que forman el mundo entero.
Sin embargo, no desarrollan la capacidad crítica y reflexiva del niño, sino que se limitan a dictarles los valores morales y cívicos que son necesarios en la sociedad, es decir lo que tenían que hacer y de dónde no se podían salir porque era lo que había, lo estipulado por la ideología y el régimen autoritario todavía presente en aquel momento. No obstante, no dan lugar a la violencia sino a la resolución pacífica de los problemas, pidiendo sobre todo consejo, y el tono de voz con el que son narrados conduce a la calma, a meterte dentro de la historia y hacerla tuya. Intentan que el niño/a se refleje en el cuento y corrija los posibles errores de su comportamiento que puedan estar cometiendo o refuerce positivamente aquellos que ya tiene como propios.
Estos cuentos se ajustan a las capacidades cognitivas de los niños a los que va dirigido, aunque consideramos que en algunos casos, un niño de 3 años podía tener dificultades para comprenderlo a la perfección, pudiendo de igual modo, poder abarcar a un público mayor de los 6 años de edad; ya que los valores que transmite para que los niños pongan en práctica es bueno que sean reforzados y adquiridos por todos los niños de todas las edades. Aun así, suponemos que en el momento en el que comenzaba el programa todo el público que lo seguía, lo vería al completo, por lo que se enriquecerían todo su público por igual por igual.
Continuando con el análisis dentro de este programa encontramos un apartado muy interesante: un concurso, pero no un concurso cualquiera, sino desde nuestra perspectiva, ampliador de conocimientos y conocedor de información del mundo artístico, cultural y deportivo de la época.
En este concurso, a través de votaciones realizadas por los propios niños, se elegía a las personas más destacadas del momento en el mundo artístico, cultural y deportivo, así como los programas, revistas, personajes e instituciones más populares entre los niños y los adolescentes. Como por ejemplo, el mejor escritor/a, mejor deportista, mejor cantante, actriz, actor, mejor programa infantil y juvenil o el mejor tbo o revista infantil.
A las personas e instituciones elegidas se les entregaba un trofeo y semanalmente se sorteaban 40 juguetes entre los niños y las niñas que hubiesen votado.
Argumentando lo citado anteriormente, este concurso ampliaba conocimientos e informaciones porque los niños para votar debían conocer a quién votaban, así como saber porqué le otorgaban su voto, y para ello debían buscar información, reflexionar... Esta búsqueda de información conducía a los niños a conocer qué pasaba en su sociedad, cómo eran los agentes de la misma y las instituciones y poder así juzgarlos como los mejores o peores.
Dentro de este programa, para poder abarcar a todo el público al que iba dirigido, podíamos encontrar, durante la hora aproximada que duraba y los cinco días de la semana que se retransmitía, diversas programaciones que además de alegrar las tardes de todos los niños inculcaba valores y hacía que nada fuese igual a lo anterior, teniendo continuidad todos los pequeños apartados que emitía.
Así podíamos encontrar dibujos como “Ábrete sésamo” o el “oso yogui” tanto para los más pequeños como para los más mayores, que se empezaron a retransmitir a través del programa “un globo, dos globos, tres globos” y que como consecuencia del avance de la televisión y la apertura poco a poco de España al exterior, procedían de otros países y fueron adaptados para ser transmitidos en España por el auge que tenían y encontrarse dentro de los “buenos” valores.
Dibujos, que además de entretener transmiten las consecuencias positivas de hacer frente a la vida con buen humor, la importancia de confiar en uno mismo para conseguir las metas que nos marquemos, la pasión por las personas por el simple hecho de serlas, las emociones que existen y la importancia de conocerlas y sacar las positivas, dejando atrás aquello que causa dolor o puede incomodar o hacer daño a otras... Dibujos que nada tienen que ver con lo que los niños de nuestros días ven.
Finalmente, dentro del programa de “un globo, dos globos, tres globos”, con un gran contenido en valores adaptado a todo su público, encontramos también apartados más didácticos y educativos en cuanto al reforzamiento de la enseñanza formal se refiere, es decir, contenidos que reforzaban aquello que formaba parte del ámbito escolar como tal, a través de manualidades y explicaciones académicas como podía ser aprender a medir sin metro, conocer las diferentes medidas que existen, realizar operaciones matemáticas, reforzar las letras, aprender a hacer tareas domésticas..., poniéndolo a su vez en práctica y animando a que los niños hiciesen los ejercicios desde casa. Así que este programa se encuentra también dentro de la definición de televisión educativa; pues sus contenidos no sólo refuerzan la enseñanza formal, sino también sirven de apoyo a la educación que se proporciona dentro del ámbito familiar y contribuyen, desde nuestra perspectiva, a la formación del autoconcepto y personalidad del niño en valores aptos que garanticen su vida en sociedad, valores que lo enseñan a convivir y a respetar.
Pero ahora bien, volviendo a la pregunta que nos venimos haciendo ¿qué programas ven ahora los más pequeños? ¿forman parte realmente de la definición de televisión educativa?
Esto es un ejemplo de ello:
Descripción de un globo, dos globos, tres globos
“Un globo, dos globos, tres globos, la luna es un globo que se me escapó” así comenzaba este programa dirigido al público infantil y juvenil estrenado por televisión española en 1974 y que permaneció en antena hasta 1979.
Durante su emisión se podían encontrar concursos, actividades divertidas, reportajes para niños y niñas... a los cuales se hará referencia posteriormente dentro del análisis.
Avanzando en la época, dentro del análisis de nuestros programas de televisión de la década de los años 60 y 70, debemos destacar en este periodo dos acontecimientos importantes y que deberán ser tenidos en cuenta para el posterior análisis de este programa:
- Por un lado, nos encontramos un cambio importante con relación a la educación dentro de su historia, y es que en el 1970 entra en España en vigor la Ley General de Educación, la cual supuso un gran avance en la modernización de la escuela española y la escolarización de la población, haciendo partícipe a toda la población española de su derecho a la educación, instaurándose la educación mixta, la ampliación de la enseñanza obligatoria hasta los 14 años. Como ya comentamos en el análisis de “Cesta y puntos”, los cambios económicos y sociales producidos en la década de los sesenta habían dado lugar a una nueva sociedad urbana, dinámica y aceleradamente industrializada, a cuyas necesidades no podía responder el viejo sistema educativo. La respuesta a este desfase, como ya hemos citado, fue la Ley General de Educación y financiación de la Reforma Educativa, del 4 de agosto de 1970, la cual constituía, además de lo plasmado a groso modo, un intento de aproximar la situación educativa española a la de los demás países europeos.
- Y en 1975, años después del comienzo del programa, tiene lugar la muerte de Francisco Franco y acaba la dictadura militar en España dando paso al periodo de transición hacia la democracia, por lo que será un etapa con grandes cambios tanto en la vida social, en la política y en la educación, desapareciendo poco a poco las censuras, miedos, ideologías y represiones del régimen autoritario español.
Este programa se emitía de lunes a viernes de siete a ocho de la tarde y poco a poco fue pasando de blanco y negro a color. Su contenido se dividía en tres partes destinadas a público diferente:
- Un globo, para los más pequeños. Incluía espacios como Ábrete Sésamo.
- Dos globos, para los medianos.
- Tres globos, para los “casi adolescentes”.
Durante su emisión se podían encontrar concursos, actividades divertidas, reportajes para niños y niñas... a los cuales se hará referencia posteriormente dentro del análisis.
De manera que, como podemos observar este programa en cuanto a su contenido se refiere era muy diverso. Pero ahora bien, ¿qué valores podemos encontrar? ¿se ajusta a la definición de televisión educativa que venimos comentando? ¿se adaptaba a las necesidades de todo el público al que iba dirigido?
Análisis de los chiripitifláuticos
Cuando comenzamos a desglosar y analizar el programa en sí, buscando toda la información que había sobre éste, nos encontramos con una mala noticia: no existen vídeos completos del programa porque éstos, según hemos podido averiguar, fueron borrados por uno de los antiguos directores de tve.
No obstante, ya que este programa tuvo tanta repercusión sobre su público decidimos, aunque no tuviésemos vídeos completos, hacer este análisis aunque no fuese tan exhaustivo como el de los otros programas. Para ello, hemos consultado página web tras página web, centrándonos en los comentarios que la gente hacia sobre el programa y su contenido, en entrevistas que se han realizado a los personajes del mismo, y preguntado en persona a todo aquel que teníamos a nuestro alcance para que nos contase que recordaba sobre este programa; sin olvidar que hemos escuchado algunas de sus famosas canciones típicas o pequeños programas que hablaban sobre estos personajes y su repercusión en aquella época. Con estas fuentes hemos sacado los siguientes datos:
Los chiripitifláuticos estaban destinados al público infantil y juvenil y a través de sus espectáculos humorísticos, historietas y canciones, amenizaban las tardes de todos los niños, donde su media hora de duración se hacia corta para todo su público, siempre querían más y más, deseando que llegase de nuevo el día siguiente a la salida del colegio para poder ver de nuevo su programa favorito: los chiripitifláuticos.
Eran un grupo de personajes donde cada uno de ellos tenia un rol y papel a desempeñar a través de los sketch humorísticos en los que se desarrolla el programa, donde se podía apreciar la amistad, el compañerismo, la solidaridad, la inteligencia, la sensatez, la cordura, la rebeldia a través de los Hermanos Malasombra y sus azañas entre ellos. Todos estos valores eran puestos en práctica a través de las diferentes escenas que se daban en el programa, donde cada día había una historia que contar. Del mismo modo, en estas historietas el Capitán Tan va narrando sus aventuras por todo lo largo y ancho de este mundo, nombra diferentes países, donde a su vez aparecían a través de la gran pantalla imágenes características del lugar.
Dada la época y el público al que iba dirigido, la educación que se transmitía se basaba en dar unas pinceladas básicas, donde todavía gran parte de los españoles no tendrán una educación básica completada, donde había aún una gran represión, y donde salirse de lo estipulado llevaba implícito graves consecuencias.
Su manera de divertir, entretener y hacer al público olvidar muchas de sus miserias a través de las carcajadas que estos personajes provocaban era realmente lo que llenó a todos sus telespectadores, añadiéndole a todo esto que era uno de los primeros programas infantiles de este tipo, por lo que su novedad causó estragos en toda la población.
Decir por último que, como se puede observar en su descripción y características, este famoso programa de aquellos años no era similar al anteriormente comentado (Cesta y Puntos), puesto que más bien transmitía valores a la vez que entretenía sobretodo a su población diana, la infancia. Mientras que el anterior se basaba sobre todo en impartir conocimientos y transmitir cultura de forma directa, a pesar de que intrínsecamente también se pusiesen de manifiesto una serie de valores importantes a la vez que entretenía al receptor, que por lo general era de mayor edad que el de los Chiripitifláuticos.
Descripción de los chiripitifláuticos
Como ya hemos comentando, durante los años 60 entre peonzas, combas y cromos, empezaron a convivir los niños y no tan niños con el que sería uno de los mayores inventos del siglo XX, el televisor. Y con el televisor llegó a todos los hogares españoles que disponían de la “caja mágica” uno de los programas infantiles, emitido también por TVE, que más éxito tuvo en antena durante sus diez años de existencia, hasta la llegada del programa “los payasos de la tele”. Y es que estamos hablando de los Chiripitifláuticos, un programa destinado al público infantil-juvenil, a los niños de la década de los 60, los cuales nacieron en el franquismo y cumplieron la mayoría de edad en la democracia, pasando del blanco y negro al color.
El nombre de los chiripitifláuticos no tiene ningún significado, su palabra no viene en el diccionario. Su origen está en la creatividad de todos aquellos que hicieron, a través del televisor, que muchos niños y niñas corriesen a la salida del colegio para llegar a casa y poder ver su programa favorito mientras merendaban, un programa que como veremos en su análisis tiene unos valores dignos de destacar y comentar para entender mejor como consiguieron impregnar a todo su público. Los chiripitifláuticos aunque fuesen en blanco y negro llenaban de color las tardes grises de invierno.
La programación para los más pequeños comenzó a popularizarse con un espacio que se llamó “Antena Infantil”, siendo éste destinado exclusivamente a este público, dentro de un horario establecido de acuerdo a sus obligaciones y siendo revisadas todas sus emisiones para evitar que se reproduciesen valores contrarios a los establecidos por el régimen. En este espacio se ubican los chiripitifláuticos, estando en antena desde 1966 hasta el 1976, durando cada capítulo unos 30 minutos aproximadamente.
Entre sus personajes entrañables, cada cuál con un rol a desempeñar y valores que transmitir, destacan:
- Locomotoro conductor de todo menos del codo, un simpático "paletillo" con boina, interpretado por Paquito Cano inclinaba su cuerpo hacia adelante con los pies fijos en el suelo y sus frases más conocidas eran "que se me mueven los mofleeetes" (la cual decía cuando estaba contento) o "borra eso" (cuando se equivocaba y se daba cuenta), hola "amigüitos" (saludando), todos para uno (para él mismo) y uno para todos (repartiendo caramelos); uno para ti uno para mí, uno para ti dos para mí, uno para ti tres para mí...(también repartiendo alguna otra cosa). Saludaba: "Buenas tardes tardes".
- El Capitán Tan es tan capitán que parece un rataplan., con su inseparable salacot de explorador y su camiseta a rayas, era interpretado por Félix Casas. Siempre que encontraba la ocasión, contaba sus viajes con la siguiente frase: "En mis viajes por todo lo largo y ancho de este mundo".
- Valentina dulce y fina como una mandarina, siempre provista de unas grandes gafas, interpretada por María del Carmen Goñi, era la más inteligente, la sensata y la sabihonda del grupo. Saludaba: "Hola, señores chicos".
- El Tio Aquiles, con sobrinos a miles, un simpático anciano vestido de tirolés, era interpretado por Miguel Armario Bosch, representaba la cordura y la prudencia y era el encargado de poner freno a las extravagancias del resto de personajes.
- Los Hermanos Malasombra, interpretados por Luis González Páramo y Carlos Meneguini, eran dos pistoleros que iban vestidos de negro, pero cuando se convertían en los hermanos Buenasombra sus trajes eran blancos.
- El Payaso Poquito, (que cuando era pequeñito, viajaba en un bolsillo) interpretado por Nicolás Romero.
- Filetto Capocómico interpretado por Roberto Mosca era un personaje vestido con túnica romana, corona de laurel y lira, amante de la ópera. Le acompañaba un león de peluche llamado Leocadius Augustus Tremebundus.
- El niño Barullo era el más pequeño y estaba interpretado por un niño negro al que todos querían.
- Don Mandolio, era un señor vestido de negro dueño del Circo de don Mandolio que quería domar a Leocadius y que trataba mal al payaso Poquito.
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