Seguramente si le hacemos esta pregunta a cualquier niño de nuestros días sabría perfectamente respondernos, incluso podríamos aventurarnos a decir que sabe a la perfección manejar el mando a distancia y encontrar fácilmente los canales en los que se encuentran sus dibujos favoritos, canales que retransmiten incesablemente, prácticamente las 24 horas del día, programas destinados a la audiencia infantil.
Pero ahora bien, si le hubiésemos hecho esta misma pregunta a un niño durante los años 60 seguramente su respuesta no hubiese sido tan acertada como la del niño de nuestros días; sobre todo porque la televisión comenzó sus emisiones regulares durante el año 1956, existiendo únicamente un canal, tve, que emitía su programación abarcando a toda la audiencia, tanto niños como adultos. De manera que en este caso, un niño de los años 60 no tenía ni siquiera constancia de la existencia del mando a distancia, ni podía sentarse delante de la televisión pasando las horas “muertas” viendo el canal de 24 horas que retransmitía sus dibujos animados favoritos. Básicamente porque la televisión no estaba en antena las 24 horas del día como actualmente, sino que tenía un horario establecido y pasado el tiempo de emisión se cortaba la retransmisión y ésta dejaba de funcionar hasta el día siguiente. Del mismo modo, el horario destinado a los programas infantiles también era fijo, por lo que los niños de esta época no podían pasar horas banales delante del televisor viendo quién sabe qué como ocurre en nuestros días, sino que había horarios y programas específicos para ellos. Así mismo, a la pregunta de qué es la televisión, muchos niños de los años 60 no nos podrían haber respondido con tanta exactitud, porque muchos de ellos no tenían ni siquiera televisión en sus hogares, veían la televisión donde podían; pues no eran buenos tiempos. Ahora fácilmente podemos ver cómo un niño de cinco años tiene una televisión instalada en su habitación y puede verla sin cesar, sin que se produzca prácticamente ningún corte en su programación.
Todo esto nos deja constancia de cómo ha cambiado la vida, cómo el pasar de los años nos ha convertido en privilegiados, pero aquí debemos tener mucho cuidado; pues este privilegio puede traer consigo muchos aspectos negativos, sobre todo con relación a la televisión, si nosotros, como adultos, no controlamos qué ven nuestros hijos y cuándo lo ven. La televisión, como ya hemos dicho, no es lo que era. Antes un niño tenía un horario razonable destinado a la programación infantil, y finalizado éste dejaba de verla. Si un niño no tenía que desplazarse a casa de un vecino para poderla ver porque tenía una en su hogar podía sentirse satisfecho. Ahora un niño nace prácticamente con un mando a distancia bajo el brazo, con canales de 24 horas destinados a él; aunque el morbo que genera la televisión y la libertad que suelen tener nuestros niños para verla, hace que muchas veces prefieran ver otro tipo de programas no tan adaptados a su edad, o que incluso, aquellos que se adaptan a su edad, transmitan valores que quizás sea preciso analizar y juzgar si los comparamos con aquellos que retransmitía la televisión educativa en los años 60 y 70. Ahora el género reality se ha impuesto en todas sus formas posibles y los espacios que hace unos años proporcionaba la televisión para los más pequeños han quedado relegados a un segundo puesto. Programas en los que se expone públicamente la vida de las personas, llenos de insultos, violencia y escenas que nada tienen que ver con la realidad, pero que nos las venden como tal. Programas exclusivamente infantiles en los que parece que lo único que cuenta en esta vida es ser guapo/a y popular, ideales ocecados en valores sin sentido, valores del pasado que parece que poco a poco en nuestros días se van perdiendo, y que la televisión está contribuyendo a tal fin por ser una gran transmisora de información.
Es por ello, que hemos llevado a cabo la realización de este blog, cuyo objetivo esencial es hacer memoria de aquellos programas infantiles que acogieron al gran público de los años 60 y 70. Programas infantiles que serán analizados para mostrar al lector que sus valores y adaptaciones didácticas nada tienen que ver con los programas que actualmente ven nuestros niños y jóvenes.
Así que, con este análisis y recorrido histórico por la televisión educativa de este periodo, pretendemos establecer unas conclusiones finales que pongan de manifiesto la importancia que se le concedía a la educación en los medios de comunicación antes y ahora, los valores que se enseñaban a través de estos programas y los que se reproducen actualmente, sus fines concretos.
Finalmente, dentro de este trabajo de investigación, además de aportar un análisis de la televisión educativa haciendo un breve recorrido histórico por los antiguos programas, comparándolos con los de nuestros días y establecer unas conclusiones generales, intentaremos dar, como futuras pedagogas, una pequeña guía didáctica para que los padres tomen conciencia de la necesidad de educar en los medios de comunicación y supervisar lo que los niños de nuestros días ven a través de la televisión, pues éstos son meros receptores que a veces reproducen lo que ven asimilando o adquiriendo valores, ideales o comportamientos antisociales.
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